Qué ver en Azores: ¿preparado para enamorarte?
El dilema de qué ver en Azores no es baladí.
Y es que este archipiélago portugués de nueve islas es un auténtico banquete de naturaleza en mitad del Atlántico.
Nueve y todas ellas derrochan paraísos que no te los acabas: Santa María, São Miguel, Terceira, Graciosa, São Jorge, Pico, Faial, Flores y Corvo.
En ellas el tiempo pasa de otra forma; es de esos lugares en los que se impone lo slow y las prisas son una absurdez.
Paisajes verdísimos, acantilados, playas de arena negra y vacas a montones podrían ser un resumen de todo aquello que ver en Azores.
Para que te empapes de esa atmósfera tan especial que tienen las ínsulas y vuelvas prendado de las Azores hasta el tuétano, te hemos preparado un cocktail de lo mejor que puedes ver y hacer en este paraíso.
¡Buen provecho!
Lo mejor de las Azores: los 6 imperdibles
Para viajar a las Azores tu maleta tiene que parecer unos grandes almacenes porque allí en el mismo día puedes vivir las cuatro estaciones.
No en vano en estas islas es donde los vientos dan la vuelta; ¿quién no ha oído hablar del anticiclón de las Azores?
Así que prepara un equipaje a prueba de lluvia, viento, deportes náuticos y senderos varios, porque lo vas a usar todo… ¡incluso en el mismo día!
Vamos allá.
#1 Miradouro de Boca do Inferno
En la isla de San Miguel tienes una de las vistas más famosas que ver en Azores: Boca do Inferno; que no te asuste su maléfico nombre porque este lugar no tiene nada de diabólico, sino todo lo contrario.
Es un sendero que termina en un mirador que te regala una panorámica de algunos de los lagos de la isla rodeados de un tapiz verde: Lagoa de Santiago, Lagoa Azul o Lagoa Verde son algunos de ellos.
Con esos nombres ya imaginarás el espectáculo cromático que te espera.
La subida a este miradouro es una gozada porque la ruta es muy fácil y no hace falta estar hecho un titán para subir, solo un calzado deportivo cómodo y agua.
#2 Portas da Cidade en Ponta Delgada
¿Cámara preparada?
Más te vale porque estás a punto de atravesar las puertas más famosas del lugar.
Están en pleno centro de la isla de San Miguel y son la antigua entrada al interior de Ponta Delgada, la capital del archipiélago.
Las puertas de la ciudad están en mitad de la plaza del Ayuntamiento, lugar icónico que ver en Azores donde los haya.
Ponte debajo de la portalada y mira a tu alrededor: toda la plaza está llena de edificios en blanco y negro, por aquello del basalto volcánico.
Además de las Portas da Cidade todo el casco histórico de Ponta Delgada es digno de visitar y muy asequible; en una mañana puedes pasear sus calles empedradas, casas y monumentos medievales y el Mercado da Graça para comprar frutas brutales.
#3 Serra de Santa Bárbara
Nos movemos a Isla Terceira (¿adivinas cuál de las Azores fue la tercera en ser descubierta?) donde está la Serra de santa Bárbara, parte de la Reserva Florestal Natural que le da nombre.
La Serra de Santa Bárbara es el punto más alto de la isla y el lugar perfecto para admirar las vistas de la costa sur y del interior de Terceira.
Esas panorámicas desde lo alto con el océano a tus pies rodeado de verde que consiguen que se pare el tiempo.
Y por si fuera poco el despliegue de flora y fauna que hay en este lugar, tiene el mayor estratovolcán inactivo de Terceira.
¿Estrato qué?
Un estratovolcán está hecho de capas y capas de lava endurecida que le van dando esa forma cónica tan característica.
#4 Angra do Heroísmo
Seguimos en Terceira nuestros must que ver en las Azores para acercarnos a su ciudad más importante: Angra do Heroísmo.
Cuidadín con Angra porque tiene un algo que cautiva a todo viajero que ponga un pie en ella.
¿Sus encantos?
Tantos, que en 1983 la Unesco le dio el título de Patrimonio de la Humanidad.
Pintoresca a morir, te encantará callejear por sus casitas blancas y en tonos pastel, con todo envuelto en exuberante vegetación.
Patea la Rua da Sé, una de sus calles principales y en las que encontrarás a tu paso varios monumentos como la catedral.
Acércate a la Praça Velha el sitio de reunión por excelencia de la ciudad y donde está su Ayuntamiento; en la plaza y las calles que llegan hasta ella puedes aprovechar para hacer algunas compritas y tomar algo mientras imaginas cómo sería aquello en los tiempos en los que carabelas y galeones paraban aquí a buscar refugio.
#5 Volcán Capelinhos
El Volcán Capelinhos no suele estar en las listas de imprescindibles que ver en Azores que encontrarás por ahí, pero lo merece por el contraste que su paisaje lunar da a una isla verdísima plagada de hortensias de color azul.
Por eso y porque las vistas desde el faro de la cima son un tsunami emocional que vale la pena experimentar; la tierra negra a tus pies con el océano a tu alrededor te pondrá los pelos como escarpias.
En 1957 el volcán Capelinhos soltó toda su furia en cantidades industriales de lava sepultando todo a su paso y al solidificarse dio lugar a los islotes que hoy puedes ver alrededor de la isla en la que está: Faial.
#6 Termas de Carapacho
Para terminar nuestra lista de cosas que ver en las Azores te proponemos un spa.
No, no nos hemos vuelto locos: hablamos de un spa natural en la Graciosa.
Las Termas de Carapacho son un homenaje que deberías darte; no siempre se tiene la oportunidad de bañarse en una piscina natural en mitad del Atlántico.
En estos manantiales de aguas sulfurosas junto al mar podrás darte un baño calentito (el agua puede alcanzar hasta los 40oC) protegido de las olas y las temperaturas que se gasta del océano.
El baño en las termas te deja nuevo tras una jornada recorriendo la isla en coche y alucinando con su naturaleza silvestre y la cantidad de vacas que campan a sus anchas, que para eso la isla es suya.
Y si eres de los que les va más la marcha, combina las termas con una sesión de buceo o un cuerpo a cuerpo con el océano haciendo surf.
No importa el estilo de viaje que elijas: con todo lo que hay que ver en Azores seguro que vuelves con un sentimiento de felicidad que te dura semanas.
Lo que está claro es que regresas con un combinado de emociones que deberías anotar en tu libro de aventuras por el mundo; escribir tus andanzas es el mejor recuerdo que te puedes traer de un viaje.