Platos típicos de México: la cosa está que arde
Seguro que has probado platos típicos de México como los burritos y el guacamole, dos delicias de origen mexicano que se han ganado un hueco en la carta de restaurantes de todo el mundo.
¡Pero qué diferente es comerlos allí! No parece el mismo plato.
En México lindo y querido todo sabe más sabroso, con más sustancia y más picante, claro.
Pero no nos confundamos.
El picante forma parte de la gastronomía mexicana, por supuesto. Pero es tal la variedad de platillos (así lo llaman allí) que hasta la Unesco les ha otorgado el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Lo de este país es tal festival de sabores que también se ha ganado que dediquemos este post a contarte cuáles son los cinco platos típicos de México que tienes que probar sin excepción si vas allí.
¡Órale pues!
Los 5 platos típicos de México que tienes que probar sí o sí
En un viaje a México hay más de una cosa que puedes hacer por tu paladar.
Puedes optar por comer en alguno de sus restaurantes o hacer parada en cualquiera de sus puestos callejeros o mercados, verdaderos templos de la gastronomía mexicana donde darte un festín de sabores, colores y aromas.
Comas donde comas, estos son los cinco platos típicos de México que no te debes perder:
#1 Tacos
Si creías que habías comido tacos ricos, espérate a poner un pie en México y sabrás lo que es bueno.
Por si eres nuevo en esto, pongámonos de acuerdo en que los tacos son esas tortillas de harina de maíz o de trigo enrolladas y rellenas de casi cualquier cosa que se te ocurra; y que chorrean cuando les hincas el diente, claro.
Seguramente los habrás tomado en su versión más frecuente; con su carne, cebolla, cilantro y un poco de salsa picante (bueno, o mucha, que igual te van las emociones fuertes).
Pero lo cierto es que en México hay casi tantos tipos de tacos como regiones y se comen a lo largo y ancho de todo el país.
Por ejemplo, no puedes dejar de probar los tacos de nopal, un tipo de cactus que también responde al nombre de chumbera o higuera de pala.
Sí, sí, como lo oyes. Un taco con cactus comestible que está impresionante y que es tu mejor opción si eres de los que comen vegetariano.
Y si prefieres versiones carnívoras, toma nota de dos variantes de tacos mexicanos que tienen que estar en tu lista.
Los tacos al pastor, con una carne de cerdo adobada y cocinada con un artefacto llamado trompo que consiste en una varilla de hierro giratoria (la forma de hacerla recuerda a la carne de los kebabs, sí).
Y los de arachera, de carnitas o cochinita pibil, unos tacos con carne deshilachada que se deshace en tu boca.
#2 Totopos con guacamole
Entre los platos típicos de México tenían que estar los totopos.
¿A quién no le gusta hundir una de estas crujientes tortillas de maíz en una piscina de guacamole bien condimentado?
Hemos dicho guacamole, sí.
Esa mezcla de aguacates maduros, cebolla roja, cilantro, tomate picadito, zumo de limón, sal y mucho amor que se ha convertido en uno de los entrantes más laureados por los amantes de la comida saludable.
Los totopos son a la comida mexicana como la mantequilla a tu tostada. Inseparables, vamos.
Además de acompañar al guacamole los usan para todo; como aperitivo o como parte de platillos en los que hay frijoles, ceviches o simplemente como snack.
Ojo, no confundir los totopos con los nachos.
Se parecen mucho, sí, pero los nachos tienen un sabor más potente y se suelen servir bajo un manto de queso fundido y chiles jalapeños, esa especie de pimiento verde que pica como un demonio.
#3 Mole poblano
El mole poblano es originario de la ciudad de Puebla, donde incluso tienen un festival dedicado a esta salsa que se hace para acompañar cualquier carne, sobre todo pollo.
Sin embargo es uno de los platos típicos de México que también puedes comer en otras regiones porque es uno de los más populares entre los mexicanos; no es nada raro ver este plato en el menú del día de cualquier fonda.
Aviso a navegantes: el mole es bien exótico, nada parecido a lo que hayas probado antes.
Echa un ojo a sus ingredientes y entenderás por qué: jitomate, frutos secos, bien de diferentes tipos de chile, especias, cebolla, ajo ¡y chocolate amargo!
En definitiva: no puedes ir a México y no probar un buen mole.
#4 Tlayuda
Si te gusta comer con las manos, con la tlayuda en México lo vas a pasar en grande.
Este típico plato de Oaxaca es una tortilla de maíz de unos cuarenta centímetros de diámetro sobre el que se ponen varios ingredientes.
Hasta aquí parece simple, ¿verdad?
Lo mismo hasta estás pensando cosas tipo…
Es una masa con cosas encima, esto ya lo he visto antes.
¿Por qué lo incluyen en una lista de los platos más típicos de México siendo tan simplón?
Pues verás, lo grande de estas tortas es sobre todo su masa, que se hace con maíz cocido con agua y cal viva; el resultado de ese cocinado se muele bien y de ahí se hacen las tlayudas.
Luego se asan al carbón en una parrilla con cuidado de que no se quemen y se condimentan con carne, verduras y queso de Oaxaca, que está de chuparse los dedos.
#5 Marquesitas
En este top five de platos típicos de México no podía faltar un postre.
El elegido son las marquesitas originales de la península de Yucatán; hay mil sitios en la calle donde te las hacen al momento y en todos ellos las bordan.
Una marquesita es un barquillo crujiente que recuerda mucho al de los helados pero más fino; recién hecho se queda un punto crujiente y desprende un olor entre galleta y crepe que te hace salivar a distancia.
Originariamente se rellenaban de queso holandés pero con el tiempo le han añadido ingredientes dulces como chocolate, miel o mermelada.
Has entendido bien: mezclan queso de bola rallado con alguna de estas salsas dulces y el contraste con el salado le dan un sabor diferente.
La marquesita que más triunfa es la de nutella (siempre con su queso). Cuidado con ella, que crea adicción.
Y hasta aquí nuestro top five de platos típicos de México; ahora ya sabes qué pedir cuando oigas un rugido en el estómago por aquellas tierras.
Por cierto, güey, acuérdate de dejar constancia de todas tus degustaciones en tu cuaderno de viaje a México.
¡Buen provecho!