Por un San Valentín repleto de imágenes inolvidables
Se acerca la fecha favorita de los románticos empedernidos. Y nos encanta que la gente se quiera y se quiera bien. Por eso hemos preparado un post con propuestas para San Valentín que os permitan construir imágenes de un universo propio.
Estampas que atraparán incluso a los haters del evento más empalagoso del año. Que no te engañen, a todos nos gusta celebrarlo cuando estamos in love.
Lugares que no fallan para celebrar el 14 de febrero con tu persona favorita.
Si eres de los que se curra buscar ideas originales que acaben de enamorar a tu crush, estás en el lugar adecuado porque te vamos a contar los destinos más molones y qué puedes regalar para que los disfrute más todavía.
Arrancamos.
Los destinos más molones en San Valentín
A ver, como sabemos que aquí cada cual tiene sus circunstancias y no todos podemos largarnos una semana cuando nos plazca, vamos a dividir nuestra propuesta en dos: salidas a destinos más cercanos donde pasar un finde y destinos para los que pueden tomarse más días.
Vamos que nos vamos.
Escapadas por San Valentín para un finde especial
Pues sí, porque un par de días bien aprovechados pueden daros la vida y haceros capaces de crear vuestras propias imágenes de San Valentín para recordarlas cada año.
Y para que salten chispas también, que no se diga.
Lisboa
Tanto si has estado como si no, Lisboa es la ciudad perfecta para dos o tres días de esparcimiento romántico.
Y es que Lisboa es de ese tipo de ambientes en los que dejarse llevar por sus calles empedradas, descubrir patios recoletos y tomarse unos vinitos en bares por los que parece que la evolución no ha pasado es garantía de buen rollo.
Y ya sabes que si hay buen rollo, pues hay final feliz.
Aparte de patear Alfama, Chiado y Barrio Alto, que son los más emblemáticos, sorpréndele reservando en un restaurante con fados en directo o una travesía en barco por el río Tajo, eso seguro que no se lo espera.
Venecia
Ya, ya sabemos que huele a topicazo pero es que Venecia es única para una escapada en pareja porque cada rincón invita a las confidencias más inconfesables y los canales desprenden magia.
Venecia es de esos sitios en los que todo es bonito, absolutamente todo; callecitas serpenteantes, palacios de mármol impresionante y, por supuesto, sus monumentos más famosos, que por mucho que los veas no te cansas.
Esos hot spots que reconocerías incluso sin haber ido están casi todos en la Plaza de San Marcos: el Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos, la Torre del Reloj y el Campanile. Y para rematar el Puente de Rialto y, por supuestísimo, el Puente de Los Suspiros.
Lo del paseo en góndola por los canales, pues también hay que hacerlo. Aunque sea una turistada no te arrepentirás, por algo es un clásico.
Marrakech
Volamos hacia el sur para perdernos por Marrakech porque es exótica a más no poder y porque pasar San Valentín alojado en un hotelazo frente al mar o en un riad bien íntimo es un éxito asegurado.
Lo suyo es que os fundáis con el caos de su medina y exploréis alguno de sus zocos para perder la noción del tiempo y acabar viendo el atardecer con un té de menta en mano.
Otro must para un finde romántico en Marrakech es probar uno de sus hamman donde relajaros y salir de allí como si fuerais caminando a dos palmos sobre el suelo.
Y si hacéis más calle que hotel, hay dos imperdibles de Marrakech que también molan: la plaza de Jemaa-el- Fna y la Madrasa de Ben Youssef, cuya espiritualidad se palpa en el ambiente.
Esto para un finde. Vamos con salidas un poco más largas.
Viajazos para celebrar el San Valentín de vuestras vidas
Islandia
Pensarás: ¿qué se me ha perdido a mí en Islandia en pleno febrero?
Lo primero, sorprender a tu pareja, que seguro que un viaje así no se lo espera y el factor sorpresa ya es un punto a favor cuando se trata de enamorar. Desde luego este sería un San Valentín con imágenes nada típicas.
Cenar con vistas a un fiordo, pedirle que se vaya a vivir contigo dentro del cráter de un volcán o daros un baño en aguas termales mientras fuera hace un frío que pela en medio de un paisaje interminable son atractivos que te esperan en Islandia.
Nueva York
Ya sabes lo exagerados que son los norteamericanos para celebrar, y San Valentín no podía ser menos. Y en Nueva York ya es lo más.
Si sois una pareja urbanita en Nueva York os sentiréis como pez en el agua y fliparéis con la decoración y eventos relacionados con San Valentín que inundan escaparates, calles y restaurantes de manera espectacular.
Aunque solo pasear por sus vías imprescindibles ya es un show en el que no sentirse enamorado es imposible, hay cositas que puedes hacer para que sea memorable y que vale la pena planificar.
Por ejemplo, puedes reservar en un hotel con vistas a Central Park o subir al Empire State el 14 de febrero por la noche, que está iluminado expresamente para la ocasión y el skyline desde arriba siempre merece una visita.
Y si eres de los que busca imágenes icónicas de verdad de San Valentín, puedes intentar ser una de las parejas elegidas para que tu pedida de mano se vea por las pantallas gigantes de Times Square. De esta, o te mata o te jura amor eterno.
Estambul
Y terminamos con Estambul.
Ojito con ella porque te puede volar la cabeza por verlo todo y olvidarte de tu objetivo número uno: generar imágenes inolvidables de vuestro San Valentín.
Así que, a lo que vamos.
¿Dónde puedes generar los momentos más románticos de vuestro viaje? Toma nota:
- En un baño turco o hammam en los que dejaros mimar y que el relax se apodere de vuestros cuerpos.
- Tomar el té al atardecer en alguno de los miradores del Bósforo.
- Hacer un crucero por el Bósforo admirando la silueta de las mezquitas y palacios
El complemento perfecto para un San Valentín lleno de imágenes inolvidables
Que regalar un viaje para celebrar vuestro amor es buena idea está clarísimo. Pero un viaje bien organizado con todo pensado hasta el último detalle con mucho mimo, todavía lo es más.
Ahí va una idea: regálale un pack viajero sin ponerle sobre aviso. ¡Nos encantaría ver su cara!
Y a partir de ese momento planificad vuestra escapada especial juntos y empezad a narrar vuestra aventura de San Valentín. Esto es lo que se llama un recuerdo para siempre, ¿verdad?
