Los Alpes de Suiza: un viaje para cada estación
Seguramente los Alpes de Suiza te suenan a lujo y poderío. A ricachones engalanados con abrigos y sombreros de pieles, bebiendo champán francés todos los días y esquiando con trajes de marcas exclusivas.
Pues todo eso ocurre en los Alpes suizos, no en vano Suiza es el cuarto país más rico del mundo y atrae gentes de dinero de todo el mundo.
Pero allí no hay solo riqueza de pasta contante y sonante, sino que tienen otro privilegio aun mayor: una naturaleza exuberante con los Alpes como protagonistas, que cubren más del 60% del país, nada más y nada menos.
Y claro, esto convierte los Alpes suizos en una gigantesca «cancha de juego» en la que practicar todo tipo de experiencias de montaña a lo largo y ancho de los doce meses del año.
Y he aquí lo que te traemos en este post: una actividad para cada estación del año en la que disfrutar de los Alpes de Suiza; cuatro viajes temáticos de naturaleza rabiosa que tanto te hacen desconectar.
¿Empezamos?
Conociendo mejor los Alpes de Suiza
Antes de meternos en harina, te vamos a dar cuatro detallitos sobre los Alpes de Suiza para que comprendas el lugar antes de ir.
Estaremos de acuerdo en que Suiza es sinónimo de alta montaña y eso es por la presencia de kilómetros y kilómetros de picos espectaculares que forman la cordillera alpina, que comparte con siete países: Alemania, Austria, Francia, Italia, Liechtenstein, Mónaco y Eslovenia.
Esta gigantesca cordillera es el origen de ríos tan importantes como el Rin y está limitada por el lago Leman y el Constanza, lo que hace que el agua tenga su protagonismo también.
Dentro de todo esto, Suiza es el país que cuenta con más cumbres altas de Europa. Y lo más impresionante: ¡48 picos superan los 4.000 metros de altitud!
Ahora que ya sabes con qué cartas jugamos, veamos qué hacer en los Alpes de Suiza en cada estación del año.
Actividades top en los Alpes de Suiza para cada estación del año
Los paisajes de los Alpes de Suiza se van transformando a lo largo de los meses en un ciclo de nieve y fundir de nieve que los va vistiendo de diferentes colores de la siguiente manera:
Los Alpes de Suiza en invierno
Si eres de los que sueña en blanco y no ves el momento de calzarte los esquís; o eres más de snow y no le haces ascos a un halfpipe, en Suiza te lo vas a pasar como un niño porque es lo que podríamos llamar la meca de los deportes de invierno.
Nieve hasta decir basta, pistas anchas para los más pros ―y para los no tan intrépidos también, tranqui― repartidas entre más de 200 estaciones hacen de los Alpes de Suiza un paraíso de mucho pero que mucho nivel.
De hecho, sido sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en más de una ocasión y tienen la estación de esquí más antigua del mundo, que es Saint Moritz, inaugurada en 1964.
Y aunque Saint Moritz es la que más solera y fama tiene, nosotros nos inclinamos por recomendar Zermatt.
¿Por qué?
Por su ubicación a los pies del emblemático pico Matterhorn y porque conserva su sabor original. Y esta suma tiene como resultado la típica estampa de pueblo de tejados nevados y chimeneas a todo meter que mola mucho.
Y atención los locos del esquí: en Zermatt hay nieve hasta en verano. Ahí lo dejamos…
Los Alpes de Suiza en otoño
Con el otoño en los Alpes de Suiza pasa como con Sevilla: tienen un color especial.
Y es que sus frondosos bosques se tiñen de una gloriosa paleta de colores de verdes, amarillos, anaranjados y rojizos que te dejan con la boca abierta, sobre todo a la luz del atardecer.
Y, por si fuera poco, en otoño el frío todavía es moderado.
Por todo esto la actividad reina del otoño en los Alpes suizos es el senderismo. Y dentro de los destinos de caminatas de montaña que ofrecen, el Monte Lema es un must.
Esta cumbre, uno de los más impresionantes del Ticino, coge el teleférico hasta arriba y de ahí escoge uno de sus muchos senderos, que ninguno tiene desperdicio.
Hacer trekking por el Monte Lema es admirar bosques inmensos de hayas, castaños y rododendros, es cruzarte con rebaños de caballos y vacas que pastan tan ricamente en las laderas como si estuvieran solas en el mundo.
Los Alpes de Suiza en primavera
Si la cantidad de nieve que hay en los Alpes de Suiza en invierno es descomunal, el agua en primavera es directamente proporcional.
Lógico.
El derretirse de la nieve forma cascadas y cataratas brutales, la naturaleza resurge de debajo del manto blanco y las flores vuelven a salir reventonas.
Casi puedes ver a Heidi corretear por los prados.
Así que, si te decides por los Alpes de Suiza en primavera, aprovecha el espectáculo de sus aguas bajando por las montañas a toda velocidad por ejemplo en el valle de Lauterbrunnen.
En este valle encontrarás la friolera de 72 cascadas de hasta 400 metros de altura: impresiona bastante el sonido de la fuerza del agua al caer y el viento en la cara repleto de microgotas que el viento trae.
Bueno, y el pueblo de Lauterbrunnen es de locura: de esos que están en todos los rankings de pueblos más bonitos de Europa y que tienes que incluir sí o sí en esta escapada de primavera a los Alpes de Suiza.
Los Alpes de Suiza en verano
El verano es como una extensión de la primavera en los Alpes suizos, pero con mejor temperatura todavía.
Por eso, si te gusta la montaña y el frío no es lo tuyo, en los Alpes de Suiza puedes hacer largas caminatas por paisajes increíbles, combinarlo con la bicicleta, practicar escalada o surcar las alturas en funiculares de vistas espectaculares.
Y todo ello sin tener que llevar encima más capas que una cebolla.
Pero como no todo va a ser deporte, para el verano te recomendamos que hagas una de las rutas de tren más famosas del mundo: los Alpes Suizos con el tren panorámico Bernina Express.
Desde tu vagón puedes recorrer cómodamente los paisajes más impresionantes de Suiza como Sant Moritz, el macizo de Bernina, el glaciar Morteratsch y los tres lagos: el Lej Pitschen, Lej Nair y Lago Bianco.
Uno de los puntos fuertes de la travesía del Bernina Express, que sale de Suiza y va hasta Tirano en Italia, está en su paso por el viaducto de Landwasser de 65 metros de altura y que va entre imponentes montañas entre túnel y túnel.
Esta maravilla de excursión ferroviaria dura unas cinco horas, así que combínala con rutas de senderismo de la zona y saca a pasear el montañero que llevas dentro.
Cómo organizar un viaje a los Alpes de Suiza
Como ves, los Alpes suizos son un destino que admite poca improvisación y que requiere de una cuidadosa organización para sacarle el máximo partido posible.
Por eso lo suyo es que te hagas con un Planificador de Viaje en el que anotar la info sobre tus alojamientos, reservas en restaurantes, fechas en las que vas a necesitar forfait, alquiler de material y visitas imprescindibles.
Con todo bien preparadito desde casa, en los Alpes de Suiza ya solo te queda disfrutar.
¡Buen viaje!